Nunca podremos saberlo, pero estamos convencidos de que nuestros dirigentes tienen otras prioridades.
Observa, por otra parte, el número de horas que este escritor, científico, inventor o diplomático, además de político, su principal ocupación, dedica al trabajo. Nuestra recomendación o, en este caso, más bien deseo: tener una agenda tan exquisita y calibrada como la suya.