Hasta 1970, África era autosuficiente. Producía lo necesario para poder alimentar a su población. Pero hoy el continente tiene que importar el 25 por ciento de su comida.
El continente ha perdido su soberanía alimentaria, y está amenazado por el acaparamiento de tierras, los monocultivos de exportación, la erosión genética y pérdida de biodiversidad. Por otra parte, la industria pesquera de países como Senegal está prácticamente en vías de extinción.
El capital extranjero se ha apropiado de 50 millones de hectáreas de tierra en los países del sur. Eso equivale a la mitad de todas las tierras agrícolas de la Unión Europea.
La campaña recuerda que la administración pública tiene el deber de regular las actividades de las transnacionales y proteger el derecho a la alimentación de las poblaciones donde operan.
Y nosotros, ¿qué podemos hacer?
Además de apoyar esta campaña, cuidar lo que consumimos. Optar por el consumo de productos locales y, a ser posible, ecológicos.