La implantación mundial del Impuesto a las Transacciones Financieras (ITF) fue incluida en la agenda de la reunión del G20 en Seúl en noviembre de 2010. Lamentablemente, la propuesta no fue ni tan siquiera tomada en consideración en la cumbre, por lo que es más necesario que nunca incrementar las acciones para conseguir su implantación.

El número 10 de la calle Crisis, por Andrés Rueda
El paro, el hambre y la pobreza se extienden en el mundo, sobre todo en los países del Sur. Se recortan los gastos sociales y aumentan las desigualdades. Son síntomas de una crisis con claros responsables cuya desmesurada actividad, escasamente gravada, se encuentra sometida a un control insuficiente.
Es necesario gravar adecuadamente al sector financiero, revisar la fiscalidad de las grandes fortunas y evitar la manipulación de los precios y la evasión fiscal.
La situación es insostenible, social, económica y ambientalmente (no olvidemos que también se especula con recursos energéticos y alimentos).
Exigimos la implantación inmediata de un Impuesto a las Transacciones Financieras y la lucha decidida contra la evasión fiscal, desarmando el entramado de los paraísos fiscales de modo que se recuperen recursos que legítimamente pertenecen a los ciudadanos y se combatan las desigualdades sociales.
La viabilidad técnica el ITF está fuera de toda duda. La dificultad está en la voluntad política. Hay que exigir a los gobernantes su aplicación, así como la fijación de unos tipos impositivos que disuadan a los especuladores de seguir apostando en el casino financiero.
Su implantación es urgente porque antepone el interés de las personas al de las finanzas, favoreciendo además la salida de la crisis.
El ITF es un instrumento que puede hacer recaer los costes de la crisis en sus verdaderos culpables y servir al mismo tiempo para financiar otros objetivos de interés planetario. La erradicación de los paraísos fiscales es perfectamente posible y es una exigencia política y moral que alcanza el más amplio consenso social.
Para saber más:
Yo estoy absolutamente a favor de gravar ciertas transacciones financieras, aunque me temo que al final las instituciones financieras trasladarán ese coste a los ciudadanos…
De todas formas, estoy muy decepcionado con la tan cacareada ‘refundación del capitalismo’, que se ha quedado en nada.
Saludos.
Estoy con Madri, aunque nunca he llegado a creerme eso de la refundación del capitalismo, así que más que decepcionarme, me han confirmado lo que pensaba de todo esto.
Es una pena que iniciativas como esta no se apoyen de forma masiva, porque en esto deberían estar de acuerdo muchísimas personas, voten a quien voten. Lo de los gobiernos no tiene nombre.