Las abejas no sólo producen miel, sino que también constituyen una gigantesca y sacrificada mano de obra a nivel mundial, encargada de polinizar el 90 por ciento de las plantas que sembramos.

Abeja constructora roja, por José Manuel Benito Álvarez
Numerosos estudios culpan a un grupo de pesticidas como principales responsables de su rápida desaparición. Cuatro países europeos ya han comenzado a prohibir dichos productos químicos, y las poblaciones de abejas se están recuperando. Pero un número de compañías químicas muy poderosas, con Bayer a la cabeza, están ejerciendo una enorme presión para lograr que estos venenos asesinos se mantengan en el mercado. Tenemos una grandísima oportunidad para salvar a las abejas: ejercer presión sobre los EE.UU. y la Unión Europea para que impongan dicha prohibición. Esta medida provocaría un efecto dominó en el resto del mundo.
Firma la petición de emergencia a través de la plataforma online Avaaz: https://secure.avaaz.org/es/save_the_bees/?vl
Para saber más: