Si dedicas mucho tiempo a hacer algo pero tu esfuerzo es mínimo, te encontrarás con peores resultados y más estrés que si dedicas menos tiempo pero mayor esfuerzo a esta tarea. O sea, la calidad es más importante que la cantidad. Cuando no existe esta calidad, nos desviamos hacia lo que llamamos la zona gris.
Es agotadora, y es muy fácil caer en ella durante horas o incluso días cuando emprendes tareas que no tienen un comienzo y un final bien definidos, como estudiar o trabajar en un blog o una web. Aunque te sientes saturado de trabajo, no te atreves a tomarte tiempo libre sin sentirte culpable. Pero a la vez careces de motivación para emprender tareas que demanden demasiado: estás cansado, así que, al final, empiezas cosas que son necesarias, e incluso útiles de alguna manera, pero no aquellas que podrías hacer si tu motivación fuese más alta.

100 días visualizados: día 2, por Jonny Goldstein
El problema con la zona gris es que es fácil creer que has pasado todo ese tiempo trabajando. Quizá creas que, cuanto más tiempo has dedicado a una tarea, más consigues hacer: confundes los resultados con el volumen. Si he dedicado seis horas a trabajar, debo de haber hecho un montón de cosas, piensas. El problema es que no todas las horas de trabajo son iguales.
Aquí tenemos un ejemplo, utilizando un sistema de puntuación arbitrario: digamos que una hora de trabajo centrado e intenso vale por 10 puntos. Una hora en la zona gris vale por 3, y una hora de ocio es igual a 0 puntos.
4 horas de trabajo productivo = 40 puntos.
2 horas de descanso = 0 puntos
TOTAL = 40 puntos
2 horas de trabajo productivo = 20 puntos
4 horas en la zona gris = 12 puntos
TOTAL = 32 puntos
Y no sólo eso: las horas en la zona gris son mucho menos productivas, pero bastante cansadas. Y, sin tiempo de relax, puede que al día siguiente estés aún peor y te encuentres con esto:
2 horas de trabajo productivo = 18 puntos
4 horas en la zona gris = 10 puntos
TOTAL = 28 puntos
Estos números no prueban nada, pero ilustran la idea de que:
- Es fácil caer en la zona gris si no tienes claro el principio y el final de tu tiempo de trabajo (y lo que vas a hacer en cada periodo).
- La productividad es más baja en la zona gris.
- La zona gris reduce tu motivación para concentrarte.
Escapa de la zona gris
Es fácil caer en ella, pero no tan fácil salir. A menos que sepas cómo:
Fíjate un horario
Una vez transcurridas las horas fijadas, deja de trabajar y disfruta de los momentos de ocio previamente planeados. Aunque te asuste un poco, pronto verás que consigues hacer mucho más, por dos razones: primero, esto te fuerza a ser más productivo en el tiempo de que dispones, de manera que tu eficiencia mejora. En segundo lugar, al día siguiente estarás más descansado, y no te sentirás arrastrado hacia la zona gris.
Si ignoras tu agenda, volverás a lo que tenías.
Márcate metas en el tiempo
Define tareas concretas para realizar en un plazo determinado. Puedes tener una agenda. Sé realista: ni demasiado ambicioso ni demasiado laxo con tus objetivos.
Planea
Hay quien dice que lo mejor es dejarse llevar sobre cuándo y qué vas a hacer, pero para la mayoría de la gente lo mejor es ajustarse a algún tipo de plan que, por supuesto, puedes saltarte cuando la ocasión lo requiera.
Esto supone que has de adoptar algún tipo de sistema. No tiene por qué ser muy elaborado, pero generalmente funciona mejor saber exactamente qué necesitas hacer cuando te sientas a trabajar. Cuanto más concretos seamos, mejor. De otra forma, existe el riesgo de caer en la zona gris mientras se decide qué hacer.
Gracias por la traducción. Estoy aprendiendo español, esto me ayuda!
Warren
Tengo un amigo que no para de quejarse de sus compañeras de trabajo. Al parecer VIVEN en la zona gris. Enseguida le forwardeo este artículo. Gracias.
La mayoria de mis compañeros de oficina, y yo mismo, pasamos bastante tiempo en la zona gris. Toda la tecnología de hipercomunicación actual no ayuda.
Un truco: encerrarse en una sala donde no te encuentre nadie, sin móvil, para concentrarte en una cosa.
Estoy de acuerdo con el orden y establecimiento de rutinas,en el buen sentido, para conseguir mejores resultados en el trabajo y en las cosas que hago.
Ciertamente si trabajas con un ordenador que tenga conexión a internet, es imposible no hacer «escapadas» para «desconectar», excepto en aquellas empresas que restringen su uso. Pero, ¿hasta qué punto restringir la «libertad de movimiento» en el trabajo es bueno para el/la trabajador/a? (siempre deseamos lo que NO tenemos). Pero no deja de ser menos cierto que para ser capaz de autoregularte debes tener mucha fuerza de voluntad y una gran capacidad organizativa y de asimilación de rutina, además de gusto por tu trabajo (uno de los mayores causantes, en mi opinión, de estos problemas), cosas no precisamente abundantes hoy en día : )
Por mi parte, llegó un momento en que dejé de sentirme culpable por emplear tiempo del trabajo en estas escapadas, ya que al final invertía muchas horas en hacer lo que no había hecho durante ese tiempo, por lo que compensaba lo no hecho, y, personalmente, no considero que haya perdido tiempo de eficiencia, porque además esas escapadas las habría hecho de todas formas después del trabajo, así que en realidad considero que rentabilizé mi tiempo, ya que hacía en el trabajo Mi trabajo y Mi ocio : )
Pero claro, es más provable que esto sea «lo que yo me creo» : ) y en realidad estaba tanto tiempo en las zonas grises que perdí gran parte de mi tiempo productivo : )
[…] La cuestión es que entre el ambiente, los horarios y la omnipresencia de las redes sociales, entre otras cosas, es fácil caer en la zona gris, pero no tan sencillo salir. Warren Davies, el blogger que puso nombre a este limbo y en cuyas ideas se inspira este artículo, aporta tres recomendaciones: […]