El dinero no compra la felicidad

lunes 14/06/2010, por Vida Sencilla (577 artículos)

Quizá hayas escuchado la cita de Woody Allen: el dinero no da la felicidad, pero procura una sensación tan parecida que necesita un especialista muy avanzado para verificar la diferencia. ¿Cuánto de cierto hay en ello?

Estamos obsesionados con el dinero. Para muchos es un fin en sí mismo. Y parece que la obsesión se generaliza. Las encuestas elaboradas en los años 60 y 70 indicaban que la mayoría de los universitarios pensaban que era esencial desarrollar una filosofía de vida con valores y significado, muy por encima de estar bien situado económicamente. En los años 90, ocurría justo lo contrario.

Parece que hay demasiada gente que sólo quiere dinero. No quiere crear un producto, prestar un buen servicio o encontrar cualquier otra forma de aportar valor a su comunidad y hacer que el dinero sea un reflejo de lo que ha logrado. El dinero es el fin, sin importar especialmente cómo se consiga.

No todo el mundo es así, por supuesto. Pero muchos sí. Y es normal que lo sean, teniendo en cuenta lo que la gente cree que el dinero puede hacer por ellos. Es la panacea: obtienes libertad, seguridad, estatus y… ¿felicidad?

¿O tal vez sí la obtengas? ¿No es también la fuente de todo mal? Algunos sostienen que el dinero te cambia a peor y te deja menos tiempo para los demás. Otros dicen que estar unido a los bienes materiales es una fuente de sufrimiento.

Yo soy de tendencias. Tiendo a comprármelo todo.

Campaña de un centro comercial

Los psicólogos han estudiado la cuestión durante años, y han llegado a conclusiones interesantes. ¿Qué encontraron? ¿Compra el dinero la felicidad?

Sí. Y no.

El dinero puede comprar la felicidad, pero sólo si partes de la premisa de que no la tenías antes. Si eres pobre, es probable que muchas de tus necesidades básicas no estén cubiertas. El dinero, en este caso, sí te hace más feliz.

En lo que se refiere a un país, la medida de la felicidad sólo se corresponde ligeramente con los ingresos, de manera que el dinero no es una buena herramienta para predecir el nivel de felicidad de una persona. Entre naciones, la conexión es más fuerte. Los datos del PIB (nominal) per cápita hablan por sí mismos. Esto quiere decir que, entre los españoles más o menos ricos, por ejemplo, las diferencias son pocas. Ahora bien, si comparamos España con un país pobre, ahí ya cambia la cosa.

Los países que están a la cola (Sierra Leona o Liberia) tienen rentas terriblemente bajas. Para ellos la respuesta es sí: el dinero compra la felicidad. Salir de la miseria es un gran salto –tus necesidades básicas quedan cubiertas, tienes que luchar menos, eres más feliz. Tras este punto, las ventajas disminuyen. Básicamente, una vez que formas parte de la clase media, el dinero no puede comprar mucha más felicidad.

En 1985, unos psicólogos midieron el nivel de felicidad de los que aquel año aparecían en la famosa lista Forbes de los 100 norteamericanos más ricos, y resultó que sólo estaban ligeramente por encima de la media del país. Pensad en ello: los 100 más ricos entre más de 200 millones de personas sólo eran un poco más felices que la media1.

¿Cómo puede ser eso? Se nos ha hecho creer que los lujos materiales son lo que nos hacen felices. Es más: sabemos que estaremos más contentos si nos suben el sueldo. ¿Qué está pasando?

Una respuesta es que nos adaptamos: el hombre es una especie que se acomoda. Expuestos a un medio durante el tiempo suficiente, nos acostumbramos a él. Se convierte en la norma. Lo que un día fue lujo, hoy es una necesidad.

¿Nunca has oído a nadie decir que no puede vivir sin su móvil? ¿Lo has dicho alguna vez? Es un buen ejemplo. Claro que puedes vivir sin él. Hace nada llamábamos a nuestros amigos a su casa, quedábamos y colgábamos. Y funcionaba.

Ahora, si llegamos tarde, mandamos un SMS. ¡Qué práctico! Esto fue una novedad en su momento, y ahora es la norma. Es lo que se espera. Es muy incómodo que se te pierda el teléfono, a pesar de que hace nada estuvimos bien sin uno y de que volveríamos a estarlo. No importa: nos hemos adaptado a la vida con móvil, y si dejamos de tenerlo sentimos la pérdida.

Esa misma regla puede aplicarse a casi todo lo que el dinero puede pagar. La adaptación explica cómo podemos vivir en el paraíso y sentirnos frustrados por un atasco. ¿No te crees eso de que vives en el paraíso? Mira cómo se vive en otros países. Puedes sentirte terriblemente frustrado por llegar diez minutos tarde al trabajo simplemente porque te has acostumbrado al lujo.

La motivación diaria es conseguir más dinero para comprar más cosas, pero en lo que a la felicidad respecta, mejor si centramos nuestros esfuerzos en otros asuntos. Está claro que tener buenos ingresos tiene otros beneficios: tienes menos probabilidades de sufrir actos de violencia, menos posibilidades de ir a la cárcel, etc. Pero en términos de felicidad, nos adaptaríamos rápidamente y volveríamos a nuestro nivel habitual. Tal como viene, se va.

Hay una excepción a esta regla, y es gastar dinero en otras personas. Si lo gastamos en algo bueno para otros, puede aumentar nuestro nivel de felicidad tanto como el del perceptor.

Un investigador midió la felicidad de un grupo de personas, y luego le dio a cada una algo de dinero. A algunos les pidió que lo gastasen en sí mismos y a otros en los demás. Después repitió las mediciones, y fue el segundo grupo el que había aumentado su nivel de felicidad2.

Parece que cuánto ganas no es tan importante como cómo lo gastas.

David Geffen dijo: “El que piensa que el dinero te da la felicidad, no tiene dinero”. A lo mejor debería ser: “El que piensa que el dinero no puede comprar la felicidad, no sabe para quién comprar”.

Este artículo es una traducción libre de “Money can’t buy you happiness”, de Warren Davies.

  1. Diener, E., Horwitz, J., & Emmons, R. A. (1985). Happiness of the very wealthy. Social Indicators, 16, 263-274.
  2. Dunn, E.W., Aknin, L., & Norton, M. I. (2008). Spending money on others promotes happiness. Science, 319, 1687-1688.

3 comentarios a “El dinero no compra la felicidad”

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  1. Tomasin dice:

    Os recomiendo un libro, retrato de dorian grey de oscar wilde, es universal y atemporal, y por cierto el viernes vi la última versión en cine.

    Yo personalmente y no soy sabio ni quiero serlo pienso que la ecuación matemática
    DINERO = LIBERTAD si tienes dinero eres libre para ser feliz o no, pero si no tienes un chavo en los bolsillos solo te queda una opción ser un esclavo, y que yo sepa ningún esclavo es feliz, a no ser que coga su cerebro y lo coloque en el congelador de su casa, como bien explicó Eduar Punset que hacen la mayoría de personas que tienen trabajos fijos y asegurados de por vida, como funcionarios o personal de la banca…etc etc….

    se cumple desde hace 10.000 años que dejamos de ser cazadores recolectores a agricultores-ganaderos sedentarios.

    mi humilde opinión.

  2. Anamorokia dice:

    Yo tampoco soy sabia y en mi opinión, creo que la esclavitud esta en la mente… Tu eres dueño de tu propio destino y decides como vivir tu vida. También es cierto que hay situaciones y situaciones, pero si a una situación no muy buena le agregas pesimismo, dolor, malos pensamientos solo logras vivir peor esos momentos. Si hablamos de clases medias creo que siempre hay elección… puedes elegir comprar los tomates en el supermercado o al vecino que tiene huerto…siempre hay opciones…creo que debemos abrir nuestra mente y nuestros ojos a la capacidad que tenemos para cambiar las cosas.

  3. brenda dice:

    No creo que el dinero compre la felicidad. De hecho ni creo que sea un estado permanente la felicidad. Yo tuve una infancia con casi nada de dinero y fui feliz, de grande tuve una mejor situacion economica y no lo fui tanto. relacione mas la felicidad con tener a los que amaba cerca, hoy los tengo de vuelta y si podemos ir a cenar a un lugar hermoso… o simplemente tomar una gaseosa en un parque no me hace la diferencia. Lo unico que realmente me importa es con quien estoy no donde, ni haciendo que..Naci para disfrutar de la compañia de otros… intercambiar ideas y reirnos de todo. Asi lo veo hoy, el dinero es solo un papel para mi..si bien necesario no enfoco mi vida en hacerme millonaria ni mucho menos, hasta creo que tener poco dinero lo hace a uno mas creativo… no se es mi opinion

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