
El amor es una cuestión de oportunidad
La primera vez que nos vimos se sentó a mi lado y me ofreció toda la dulzura del mundo. A la segunda me besó. La última vez que nos vimos salíamos de un cine quemados por el sol. El cargaba flores. Nunca me rogó y creo que nunca le vi una lágrima. Pero yo sabía de su dolor. Ese dolor silente. El que no se habla, ni se escribe, no se imputa, ni se actúa. El dolor de quien llega tarde. De no haber sabido estar a tiempo. Por años me rondó el reproche. Hoy todo se ha transformado en un tesoro que guardo en mi caja: mi primera caja roja, esa que resguarda del tiempo a mi primer amor.
Imagen verbenera de tintodeverano.¡uf,que calor!