Esto es, al menos, lo que asegura Marc Lesser, un consultor estadounidense que se hizo monje budista en los 80 tras pasar diez años en el Centro Zen de San Francisco y que ahora se dedica a aplicar esas enseñanzas al contexto de la vida laboral. Seguir leyendo
Teresa Bouza
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Zen en la oficina: paz en el ojo del huracán
Para hacer frente al laberinto de pasiones que tan a menudo se desata en la oficina no hace falta convertirse en monje Zen, dejarse el sueldo en terapeutas, ni andar por ahí pinchando al jefe las ruedas del coche. Comienza de forma sencilla, tomando consciencia de uno de nuestros actos más básicos: la respiración.
