Patricio de Blas
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¿Espacios vacíos? No. ¡Paisajes!
He tenido la fortuna de asistir, en estos últimos días, a dos llamadas de atención sobre las consecuencias irreversibles de los atentados que se vienen cometiendo contra el paisaje -natural, rural y urbano-, ante nuestra indiferencia o impotencia para detenerlos.

El arte de la protesta
En época de tanta tropelía, las protestas deberían ser tan constantes como bien meditadas, si aspiran a ser algo más que un desahogo visceral que se agota en su misma expresión.

Reaccionar ante lo que nos pasa
Lo que ocurre hoy, sin quitar un ápice de responsabilidad a personajes que lo han cabalgado, tiene mucho que ver con el individualismo, el pasotismo, la irresponsabilidad, el mirar para otro lado, el taparse la nariz al votar, el no pedir recibos. La ausencia, en fin, de entidad del cuerpo social que formamos.

¿Servidores públicos?
No lo puedo evitar. Cuando veo a mi nieta de tres años y medio intercalar el ¡Sanidad pública, sanidad pública! en sus recitales de canciones infantiles, mi memoria recorre hacia atrás el laborioso camino recorrido hasta llegar a la asistencia sanitaria que tenemos y siento temor, y miedo, a perderla. Por mí y, sobre todo, por ella.