Hasta hace poco, explica de Prada, la atención de los científicos se centraba en la exposición a niveles altos de tóxicos con ocasión de algún accidente industrial o en sectores laborales particularmente expuestos. Pero en los últimos tiempos, lo que más preocupa son los efectos de los niveles “bajos” del cóctel de múltiples de contaminantes que se encuentran en la mayor parte de la población. Sustancias que nos llegan a través del aire, el agua o los alimentos, o que están presentes en productos de uso cotidiano en nuestros hogares.
Sería imposible resumir los numerosos trabajos científicos que se realizan al respecto. Son investigaciones que nos indican que ciertos compuestos perfluorados, del mismo grupo de los presentes en sartenes antiadherentes, tejidos que repelen el agua o las manchas, etc., podrían estar asociados a la dificultad de una mujer para quedar embarazada; que algunas sustancias ignífugas con las que hemos bañado los sofás, los plásticos o las cortinas acaban apareciendo en los animales del Ártico y, por supuesto, en nuestros cuerpos, y podrían tener que ver con ciertos desarreglos en el aprendizaje de los niños o con algunos cánceres; que el bisfenol A, compuesto presente en el plástico policarbonato, que se encuentra, por ejemplo, en biberones, empastes dentarios o revestimiento de latas de comida, ha sido asociado con diversos problemas que van de las reacciones alérgicas a la diabetes, con problemas cardiovasculares o el cáncer de mama, entre otras cosas; que los ftalatos de un perfume o un cosmético pueden estar ligados a múltiples problemas, o que comer alimentos con grasas-reservorio de diversos tóxicos, como pesticidas y dioxinas, puede tener que ver con el desarrollo del cáncer de mama o de colon, con el volumen de espermatozoides, o con el riesgo de padecer endometriosis.
Este libro está planteado desde un enfoque positivo, e intenta mostrar lo fácil que es sortear una parte de la contaminación química que llega a nuestros cuerpos frente a visiones pesimistas como esas que llevan a decir cosas como que “de algo hay que morir”.
Para saber más:
Muchas gracias, amigos, por la reseña. Entre todos conseguiremos un mundo más sano.
Así sea. Un saludo,
Natalia